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1.DIENTES PRECIOSOS
La obsesión de lucir unos dientes perfectos no es para nada moderna. Hace alrededor de 2.500 años, los mayas también se preocupaban por la estética de sus piezas dentales, y utilizaban un taladro primitivo para decorarlas. Así, AGUJEREABAN sus dientes para introducir en ellos piedras preciosas. ¿Qué tal?
2. EL ORIGEN DEL RATONCITO PÉREZ
En varias partes del mundo angloparlante, se habla del “Hada de los dientes”, pero para nosotros -los hispanohablantes- es el Ratoncito Pérez quien se encarga de recolectar nuestros dientes caídos cuando somos pequeños. Pero, ¿cómo nació este encantador personaje? Todo comenzó en 1894, cuando el rey de España quiso celebrar que su niño había perdido su primer diente y, para ello, le ordenó al cura Luis Coloma que escribiera una historia. Esta se tornó muy popular entre los niños españoles y, como consecuencia, el Ratoncito Pérez se convirtió en una verdadera tradición.
3. LA VIDA ANTES DE LOS DENTISTAS
A principios del siglo XIX, los dentistas todavía no existían, pero los problemas dentales, sí. ¿Quién se encargaba, entonces, de solucionarlos? Aquellos que contaban con las herramientas más apropiadas, es decir, los herreros y los barberos. Su filosofía era bastante sencilla (y dolorosa) y se ceñía a un solo principio: la extracción.
4. LOS ANTÍDOTOS ANTIGUOS
Como vimos en el punto anterior, el malestar ha sido una constante en la historia de la humanidad. Pero, nuestra raza no siempre contó con el conocimiento necesario para hacerle frente. Se llegó a pensar, por ejemplo, que el dolor dental era causado por gusanos, a los que se pretendía eliminar con una extraña mezcla de cera y semillas o con el poder de ciertas palabras mágicas.
5. EL LAVADO
La mayoría de las personas comparten la convicción de que lo mejor es lavarse los dientes inmediatamente después de las comidas. Pero, esto no es tan así; cuando acabas de comer tu boca está cargada de saliva (y toda su acidez). Y esta en conjunción con los químicos abrasivos de la pasta de dientes puede terminar por dañar el esmalte dental. Lo recomendable, entonces, es primero enjuagarse la boca con agua y luego esperar alrededor de media hora para efectuar el cepillado.
Fuente: http://www.imujer.com/salud/7709/5-raras-curiosidades-sobre-los-dientes