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Lo utilizas varias veces al día para mantener los dientes y la boca limpios, pero ¿qué tan limpio está el cepillo? A simple vista, no notas el peligro, pero los microbios y las bacterias proliferan en todas partes, tanto en el cepillo como en tu boca. Esta le sirve de “hotel” a cientos de microorganismos de distintos tipos, y lo peor es que pueden pasar al cepillo de dientes cuando lo usas y multiplicarse allí a su gusto. Para complicar más las cosas, el cepillo de dientes se guarda generalmente en el baño, y eso puede contaminarlo con gérmenes del aparato digestivo. Esto ocurre si no te lavas bien las manos después de ir al baño, o puede suceder debido a las gotas microscópicas que se esparcen después de descargar la taza sanitaria si ésta se encuentra muy cerca del lavabo.
¿Hay algo que puedas hacer para mantener tu cepillo de dientes libre de bacterias y organismos indeseables? La clave está en cuidarlo, guardarlo de la manera apropiada… y reemplazarlo con frecuencia. Los siguientes puntos pueden ayudarte a conservar tu cepillo de dientes limpio y “saludable”:
- Lávate las manos. Después de ir al baño y antes de cepillarte los dientes cada vez. Esta simple precaución reduce las probabilidades de que haya contaminación fecal.
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Usa un enjuague bucal antimicrobiano antes de cepillarte los dientes. Ese tipo de enjuague disminuye las bacterias de la boca, lo que reduce el riesgo de que terminen en tu cepillo de dientes cuando lo uses.
- Utiliza el hilo dental. Debe ser parte de tu limpieza bucal regular. El hilo dental reduce las bacterias que se alojan en tu boca, y así no contaminan el cepillo. Esto es aun más importante si tienes alguna enfermedad de las encías, porque las bacterias bucales pueden pasar a la corriente sanguínea cuando realices actividades normales como comer, mascar chicle o cepillarte los dientes.
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Mantén tu cepillo bien limpio.Lávalo con el agua del grifo hasta que esté completamente limpio, cuidando de eliminar todo residuo de pasta dental y de alimentos entre las cerdas. También se ha dicho que si remojas tu cepillo de vez en cuando en un poco de enjuague bucal antimicrobiano, disminuye el nivel de bacterias que se desarrollan en él.
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Guarda tu cepillo de la forma correcta. Eso significa colocarlo verticalmente con las cerdas hacia arriba para que se sequen al aire. El cepillo debe estar bien seco la próxima vez que lo uses. Según la American Dental Association, nunca guardes tu cepillo en un envase cerrado ni lo cubras (la humedad hace que los microorganismos se desarrollen con más rapidez).
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No te “enamores” de tu cepillo. Cambiarlo más o menos cada tres meses es razonable, a no ser que las cerdas se estropeen o se deformen antes.
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Ten cuidado adicional cuando te enfermes. Si algún miembro de la familia está enfermo, su cepillo de dientes debe guardarse alejado de los demás para evitar la contaminación. Y lo ideal es reemplazar el cepillo contaminado por uno nuevo cuando la persona recobre la salud.
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No compartas tu cepillo de dientes con nadie. Si lo haces, además de compartir el cepillo, compartes las bacterias que se alojan en él. Entre ellas, las que causan caries dentales y enfermedades de las encías, dos problemas que afectan a gran parte de los adultos.
Claro que “tratar con cariño” a tu cepillo de dientes es importante para conservarlo en buen estado, para garantizar una higiene dental efectiva y minimizar el riesgo de contaminación. Pero recuerda que eso no sustituye las visitas al dentista para revisiones periódicas y limpiezas profesionales.
Fuente: vidaysalud.com
Las bacterias en la boca de los seres humanos, en particular las que se acumulan debajo de las encías, son tan poderosas como una “huella digital” a la hora de identificar el origen étnicode una persona, según un estudio publicado en “Plos One” que analizó casi 400 especies diferentes de microbios en la boca de cien participantes pertenecientes de cuatro razas: negros, blanchos, chinos y latinos.
Sólo el 2% de las especies de bacterias estaban presentes en todos los individuos, pero en diferentes concentraciones según la etnia, y el 8% se detectó en el 90% de los voluntarios de la investigación. Más allá de eso, los científicos encontraton que cada grupo étnico estuvo representado por una “firma” de las comunidades microbianas compartidas.
“Esta es la primera vez que se ha demostrado que la etnicidad es un gran componente en la determinación de lo que tienes en la boca. Sabemos que nuestra comida y los hábitos de higiene oral determinan qué bacterias pueden sobrevivir y prosperar en la boca, por eso los dentistas insisten en la necesidad del cepillado y el uso de hilo dental.
Cuando los científicos entrenaron una máquina para clasificar cada variedad de microbios de debajo de las encías por etnia, una comunidad bacteriana concreta predijo el origen étnico de las personas con un 62% de exaxitud. El clasificador identificó a los afroamericanos en función de su firma microbiana correctamente el 100% de las veces.
ENFERMEDAD DE LAS ENCÍAS
Los hallazgos podrían ayudar a explicar por qué la gente en algunos grupos étnicos, afroamericanos y latinos, son más susceptibles que otros a desarrollar enfermedad de las encías. La investigación también confirma que un tipo de tratamiento dental no es adecuado para todos y podría contribuir a un enfoque más personalizado para el cuidado de la boca.
“El punto más importante de este trabajo es el descubrimiento de que las comunidades microbianas orales específicas de cada etnia pueden predisponer a enfermedades futuras”, adelantó Kumar.
Aunque es demasiado pronto para cambiar la práctica dental en base a este trabajo, este investigador considera que los hallazgos muestran que “hay un enorme potencial para desarrollar herramientas que determinen la susceptibilidad del paciente a la enfermedad”.
Kumar y unos colegas recogieron muestras de bacterias de la saliva, las superficies de los dientes y las encías de los participantes en el estudio. Más del 60% de las bacterias en la boca humana nunca ha sido clasificado, nombrado o estudiado, puesto que no crecerá en un plato de laboratorio, por lo que los investigadores identificaron las diferentes especies mediante la secuenciación de su ADN.
Las secuencias de ADN representaron 398 unidades en general, con un promedio de alrededor de 150 especies diferentes por persona. Utilizando sólo las bacterias que se encuentran bajo las encías, llamadas microorganismos subgingivales, la máquina de clasificación consiguió identificar mejor a los afroamericanos en función de sus comunidades microbianas; seguida de una identificación positiva de los latinos (67%) y los caucásicos (50%), pero con un 91% de especificidad (la máquina determina la frecuencia con que una muestra no proviene de una persona blanca el 91% de las veces).
Posteriormente, Kumar y sus colegas expandieron la selección a los microbios totales en todas las áreas de la boca e identificaron las comunidades que estaban presentes en al menos el 80% de los participantes de cada grupo étnico. Estas comunidades mostraron una probabilidad de predicción del 65% de los afroamericanos, el 45% de los caucásicos, el 33% de los chinos y el 47% de los latinos.
Fuente: odontologos.mx