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La sensibilidad dental es el dolor dental intenso y transitorio causado por la exposición de la dentina, la parte interna del diente. La sensibilidad dental se produce cuando ésta, que se encuentra protegida por la encía, el cemento radicular y el esmalte dental, pierde su protección natural y queda al descubierto. Cuando esto sucede y la dentina contacta con alimentos o bebidas frías, calientes, ácidas, dulces, con presión táctil, etc. hace aparición el dolor.

SENSIBILIDAD

 ¿Cuáles son las causas?

La sensibilidad dental suele estar relacionada con los hábitos diarios de higiene bucal y con tratamientos odontológicos:

  • El cepillado dental inadecuado en fuerza y/o frecuencia.
  • Pasta dentífrica muy abrasiva.
  • Las comidas y bebidas con ácido (zumos de cítricos, refrescos carbónicos, etc.), que provocan descalcificación o erosión del diente.
  • La fuerza excesiva de la masticación o los malos hábitos pueden provocar desgastes y exposición dentinaria.
  • El tratamiento periodontal, sobre todo la cirugía, puede eliminar parte de la encía dando lugar a la recesión gingival.
  • Patologías generales que provocan un medio oral ácido, como las úlceras, la hernia de hiato, etc.; psicológicas (bulimia, anorexia nerviosa) o profesionales (catadores de vinos, panaderos, etc.).
  • Como consecuencia de recesiones gingivales causadas por tratamientos odontológicos, como un tratamiento periodontal básico o una ortodoncia.

El dolor de la sensibilidad dental es fácilmente identificable, ya que aparece siempre ante estímulos muy reconocibles: alimentos o bebidas muy frías o muy calientes, consumo de sustancias dulces o ácidas, cepillado de dientes, dolor al respirar aire frío, etc. El dolor que se manifiesta es intenso, muy bien localizado en el diente que lo sufre, de corta duración y sólo se siente mientras actúa el estímulo que lo provoca.

Si el dolor que se produce no se relaciona con un estímulo determinado y/o persiste después de que éste cese o no se localiza bien, probablemente la causa no sea sensibilidad dental y podría deberse a la existencia de patologías subyacentes, como caries o enfermedad de las encías. Por ello, es importante acudir a la consulta clínica para que el odontólogo pueda realizar una exploración y un diagnóstico preciso.

Fuente: http://www.meduelenlosdientes.com/dientes-sensibles-que-quiere-decir-exactamente-2/

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sensiLa hipersensibilidad dental es un problema más frecuente de lo que parece y que incomoda en cualquier momento del año, pero se hace especialmente notable en las épocas más cálidas, ya que en ellas se incrementa el consumo de bebidas y alimentos fríos. El dolor producido por estos alimentos y bebidas es el más común entre las personas con sensibilidad dental, aunque también existen otros estímulos dolorosos, como la toma de productos calientes, dulces, ácidos…

En condiciones de salud, la dentina (parte interna del diente) no debe estar en contacto con el exterior, ya que está recubierta por el esmalte dental o el cemento radicular. La sensibilidad dental se produce cuando se elimina esta protección, debido a una retracción de la encía o pérdida de esmalte dental. La dentina queda expuesta al exterior y, con ella, los millones de túbulos dentinarios que contiene son capaces de transmitir los estímulos (frío, calor, dulce…) que se producen en la boca a la pulpa del diente, produciendo dolor.

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Conseguir que el esmalte o el cemento radicular no se dañen es clave para evitar que estos estímulos lleguen a la dentina, por lo que deberemos protegerlo en la mayor medida posible. Para ello se deben poner en práctica una serie de consejos para evitar su aparición y poder disfrutar con comodidad de cuantos productos refrescantes se desee. Cuidar la higiene bucal con productos específicos para la sensibilidad dental y evitar ciertos hábitos son las pautas a seguir.

Se recomienda el uso de cepillos de dientes con filamentos suaves, con extremos redondeados y superficie lisa, que permitan una limpieza delicada, sin dañar el esmalte ni las encías. Tampoco han de ser abrasivos otros productos de higiene bucal, como el gel o pasta dentífrica. Es importante, además, complementar su acción con el uso de un colutorio específico.

En la alimentación es esencial evitar aquellos productos más ácidos (tomates frescos, cítricos y bebidas carbonatadas). Otra recomendación es que se debe evitar dañar el esmalte introduciendo en la boca o sosteniendo con los dientes productos con componentes metálicos o muy rígidos, como clips, bolígrafos, alfileres, clavos, etc. El esmalte lo agradecerá y se preservará en buenas condiciones durante más tiempo.

 

Fuente: blogsaludbucal.es